El animal más difícil
de matar de la Tierra es el llamado oso de agua o tardígrado (significa “de
paso lento”). Invertebrados microscópicos y segmentados de 0,1 ó 0,2 mm de
largo con ocho patas regordetas, garras y cabeza a modo de pequeña sonda.
Son especialmente
abundantes en la película de humedad que recubre musgos y helechos, aunque
también existen especies oceánicas, no habiendo rincón del mundo donde no
habiten.
Los osos de agua son
prácticamente indestructibles, no mueren incluso si lo hierves, congelas, los
metes bajo presión o los desecas. Hay estudios que demuestran que, en estado de
metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre
los -272º C (a tan solo un grado de diferencia de la temperatura más fría
posible, -273º C = 0 K) y los 149º C, así como a la inmersión en alcohol puro y
en éter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario